Los territorios afectados por los cultivos ilícitos representan el eslabón inicial de una cadena que afecta a miles de personas. Desde las familias campesinas que han sido obligadas a participar en el flagelo del narcotráfico, hasta los jóvenes de todo el país y del mundo que han sido expuestos al problema del consumo de drogas.

Gracias a que la Asamblea Departamental de Antioquia aprobó la ordenanza No 39 en octubre del 2017, la política pública Antioquia Libre de Cultivos Ilícitos ha reglamentado la coordinación de acciones entre las entidades públicas, privadas y las comunidades, para acabar esta actividad ilícita que le ha traído sufrimiento al país.

En informes que han realizado las organizaciones internacionales y el Gobierno Nacional, la subregión del Bajo Cauca experimentó un crecimiento en las hectáreas con siembra de coca en comparación a otros años. Esto se debe a las nuevas tecnologías que se implementan para el mejoramiento genético de los cultivos, volviendo la hoja de coca más resistente a los químicos presentes en los pesticidas. Entre 2017 y 2018 se erradicaron voluntariamente 21 mil hectáreas aproximadamente.

Es muy importante resaltar el objetivo específico número uno de la política pública, la cual busca reducir el índice de GINI en relación a la pobreza y desigualdad. Este índice mide la distribución de los ingresos por país según su población. Es decir que esto se integra a la desarticulación de las organizaciones criminales y a un proceso de erradicación voluntaria, brindando así un apoyo fundamental a las comunidades.

Inicialmente se identificaron los municipios que concentran el mayor porcentaje de cultivos ilícitos en el departamento: El Bagre, Tarazá, Ituango, Valdivia, Anorí, Briceño, Cáceres, Nechí, Zaragoza, Caucasia y Segovia. Estos territorios fueron definidos gracias al trabajo articulado de la Gobernación de Antioquia y el Gobierno de Estados Unidos con el programa de gobernabilidad regional de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Cadena Criminal del Narcotráfico

Los aspectos clave de este proyecto consideran el factor de desarrollo para mejorar la infraestructura y la conexión de estas regiones, el factor de oportunidad, que ayuda a los campesinos a entrar a la legalidad con proyectos productivos como la miel y el factor de seguridad que implica un aumento del pie de fuerza para atacar a las organizaciones criminales y mejorar la seguridad rural.